Capitulo 60

Luego de terminar de ayudar a la Sra. Cooper con los adornos, Olivia “invitó” a los
chicos –incluyendo a Rachel y Celeste- a ir a su casa para cenar.
Ella se encontraba con Kyle en la cocina mientras Rachel no dejaba ir al pobre Miles, lo tenía acorralado en el sofá y Celeste solo estaba sentada en el sillón, mirándolos divertida.
-Puedo ser yo el que hable con Johnny, sabes, de hombre a hombre.- Propuso Kyle
cortando rodajas de pan.
-No lo sé, él todavía no te tiene tanta confianza.- Opinó Olivia sacando platos y
vasos de la alacena, para comenzar a servir la comida.
-Puedo intentarlo, no me cuesta nada, si quieres le pido que baje a cenar con nosotros, sería una buena idea.- Dijo el chico colocando las rodajas de pan sobre los platos.
-Haz lo que puedas.- Fue lo único que ella le pudó decir.
-Miles es un bombón, Olivia,  no se dé que te quejas tanto.- Espeto Rachel cuando ya
Kyle había desaparecido de la cocina, sus ojos brillaban con travesura.
Olivia miró por el hombro de Rachel, como Miles sonreía a medias. Puso los ojos en
blanco. Claro que estaba escuchando todo.
-A veces puede llegar a ser un total creído.- Pudo ver como Miles bufaba desde la sala.- Me refiero a la mayoría del tiempo.
Miles no pudo evitar reír.
-Eso no me importa, creo que puede ser un gran partido.
-Creo que ustedes tienen mucho en común, quiero decir, demasiado.- Dijo con énfasis la última palabra.
Rachel dio un saltito de alegría.
-Mi futuro príncipe italiano me espera en la sala.- Olivia se echó a reír con ironía y vió
como Rachel se le acercaba a Miles para seguir parloteando.

Kyle tocó la puerta levemente con sus nudillos mientras se quedaba parado bajo el
marco de la puerta blanca, Johnny permanecía navegando en Internet.
-¿Puedo pasar?-Pregunto Kyle sobresaltando al chico.
Johnny se volvió hacia él y se encogió de hombros.
-Pues… da igual.- Kyle sonrió con inquietud y se adentro a la masculina habitación.
Posters, fotografías, las paredes de un verde militar, una gran cama desordenada y la
computadora eran de las pocas cosas que había en ese lugar.
Él se sentó sobre la cama y suspiro.
-No me digas que mi hermana te envió…- Dijo volviéndose hacia él.
Kyle alzo las manos en son de paz.
-Vine por mi cuenta, amigo.- Le aseguro Kyle ahora cruzándose de brazos.
-No me golpearas o algo así, ¿no?- Puso los ojos en blanco.
-John, solo quería hablar contigo sobre… chicas.- Johnny se rió.
-¿A quñe te refieres?- Pregunto el muchacho poniendo atención.
-Esa chica… Bella, no lo sé… no me parece alguien para ti, además desde que has
estado con ella, has estado tratando mal a Olivia.
-A ver, Kyle…, primero tú a Bella no la conoces y no puedes juzgarla solo porque a
Olivia no le agrada y segundo, ella no es la razón por la que Olivia sea tan frívola y
egoísta.
Kyle frunció el ceño, algo decepcionado de él.
-Sabes Johnny, pensaba que eras un chico maduro, pero veo que solo eres un niño,
tienes que aprender a valorar la hermana que tienes, aunque no te lo demuestre, ella se
preocupa mucho por ti y está muy dolida por tú nueva actitud…- Dijo él mientras se
levantaba.- Aprende a valorar amigo.- Le dio unos golpecitos a su espalda y salió de la
habitación.

-Así que… un total creído, eh?- Espetó Miles muy cerca del oído de Olivia quien
permanecía sobre la barra de la cocina, sirviendo la comida sobre los platos.
Ella se dio la vuelta rápidamente, quedando a una incomoda y corta distancia de él.
-Tranquilo, eso no te resto puntos.- Le aseguro Olivia en un susurro, esquivando su musculoso cuerpo.
En eso, el timbre sonó.
-Yo abro, ¿podrías poner los platos sobre la mesa?- Le pidió la chica sonriéndole.
Él asintió devolviéndole la sonrisa, pero haciendo esa cosa con las cejas, era una
expresión de él que Olivia no había descifrado aún. Era demasiado... seductora de su parte.
Olivia salió hacia el vestíbulo, encontrándose con Kyle que bajaba el último escalón de
la escalera, se acerco a la puerta y la abrió.
Sus ojos se abrieron como faros y su corazón salió disparado.
-Buenas noches, Olivia.