lunes, 31 de enero de 2011

Capitulo 26

Olivia se atrevió a levantarse, se miro al espejo por un momento, estaba temblando, la pobre chica temblaba de miedo.
-Olivia.- Escucho a alguien abriendo la puerta de tirón, no precisamente era una chica, ella se dio la vuelta, Kyle.
-¿Qué haces aquí?- Pregunto Olivia aterrada, dando pasos atrás.
-Tienes que escucharme, por favor.- Rogó el chico acercándose a ella, pero ella solo se alejaba de él, hasta que llego al final del baño y solo quedo entre la pared y él.
-No me toques por favor.- Le pidió Olivia asustada.
-Tienes que escucharme.- Repitió Kyle acorralándola, ella solo desvió la mirada mientras sollozaba.- No puedes decirle esto a nadie.
-¿Cómo puedes pedirme eso?- Le pregunto ella sin mirarlo a la cara, respirando agitada e incómodamente.
-Olivia, tienes que confiar en mí, yo no elegí esto, Miles sí, por eso te pido que puedes preguntarme lo que sea, pero por favor no puedes decirle a nadie.
-¿Miles?
-Sí, es mi hermano, el mismo chico que bailo contigo, es peligroso Olivia, no sabes cuánto.
-Por favor vete.- Mascullo atreviéndose a mirarlo a la cara, sus ojos estaban llenos de desesperación, dolor y sufrimiento, estaban tan brillantes que por un momento pensó que estaba llorando.- Vete, si no quieres hacerme daño entonces vete, por favor…- La voz de la muchacha se le quebró.
Se quedo mirándola fijamente, frunciendo el ceño, al cabo de unos segundos, quito sus brazos alrededor de ella, liberándola.
-Nunca te haría daño.- Musito él cabizbajo, para luego, desaparecer de un segundo a otro.
Ella se seco un poco las lágrimas, para salir hacia el pasillo, todavía tenía leves espasmos, pero pronto se le pasarían, aunque lo dudaba mucho.
Su excusa fue que Kyle termino con ella, aunque técnicamente, eso había acabado, aunque la idea le dolía, ella todavía estaba aterrada.
Olivia se levanto al día siguiente a duras penas, como era fin de semana, no quería levantarse de la cama, sinceramente no se sentía en condiciones y no porque tuviera sueño, solo era que estaba adolorida, tanto por dentro como por fuera.
Se incorporo en la cama y se quedo allí, mirando a lo lejos, bueno… miraba el retrato de su madre y padre sobre su tocador de madera pintada de blanco, junto a este, se encontraba una caja llena de la mitad de pertenencias de su madre, que se las había traído para tener un recuerdo de ella más que todo. Sus ojos perdieron enfoque y comenzaron a arderle, se levanto de la cama y camino hacia la caja.
Dentro solo habían papeles y fotos, excepto por un objeto envuelto en papel de regalo, con su nombre en él, no recordaba haber puesto eso ahí, la curiosidad le pico y lo tomo entre sus manos, tenía la fecha de su cumpleaños, que fue una semana después de la muerte de estos.
Leyó la pequeña tarjeta.
Para: Nuestra gran hija Olivia.
De: Sus padres, Juliette y Homer.
Este regalo es para que pastes cada recuerdo que pase y cada pensamiento que tengas de ahora en adelante, cumples 17 y ya dejas de ser una adolescente, está será una etapa inolvidable, así que esto será para que siempre los guardes en palabras. Te quieren y feliz cumpleaños, mamá y papá.

Ella rasgó el papel envolvente y se quedo por un momento viendo la portada de un diario, personalizado para ella, tenía su nombre grabado en la tapadura y el lomo de aquel diario de cuero verde como la primavera, paso sus dedos por él y abrió el broche que yacía a un lado de este. Las hojas estaban casi amarillentas, pero seguía bien conservado, una pequeña gota mojo la primera hoja, seguida por otra, ella lo cerró y se seco las lágrimas.
Luego de lavarse los dientes y desayunar un poco, subió de nuevo las escaleras y decidió escribir en el diario, para estrenarlo y porque tenía mucho que contar.

01 de noviembre, 9:00 am aproximadamente.
Querido diario:
Acabo de encontrarte, no sabes cuánto me alegro de tenerte, me hacía mucha falta tener algo con que desahogarme sin ocultar ni un detalle, ningún secreto, que en este punto, tengo muchos secretos acumulados.
De verdad estoy muy confundida, hace muchas semanas atrás, me había olvidado de la perdida más horrible que eh sufrido, la de mis padres ya que conocí a un chico que creí que resolvería mis problemas, pero me doy cuenta de que por más que quiera sonreír y olvidar, es imposible, nadie puede resolver los problemas nada más que uno mismo y cuando no hay remedio, no hay nada más que hacer.
Kyle Alexandre, atractivo, dulce, misterioso, pero quién diría que un simple chico, ocultaría tan grande secreto, no puedo soportar la verdad, él es… un monstruo, aunque me aterre, lo quiero o lo quería, en realidad no tengo idea, ha pasado tan rápido que me siento mareada, siento repugnancia hacia él, pero a la vez lastima, aquellas palabras me parecían tan sinceras, "Nunca te haría daño", "Yo no elegí esto", estoy tan aturdida que ni siquiera quiero salir a caminar y eso es malo en mí.

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