-Esa chica parecía tener serios problemas.- Cuestiono Olivia todavía intentando comprender lo que había pasado.
-Es eso o… estás celosa de esa tal… Katherina.- Pregunto Celeste enarcando una ceja.
-No, claro que no, es solo que me miraba raro…
-Estas pasando por la etapa de paranoia, es mejor que te mantenga lo más entretenida posible.- Olivia no pudo evitar reír.
Se encontraron con Rachel en la cafetería para poder comenzar por ahí, aprovechando que estaba sola y tendrían todo el tiempo a su favor.
-Lo superaras.- Hablo Rachel de repente, refiriéndose a Olivia.- Pronto lo superaras ya verás, es cuestión de tiempo, así como superaste lo de tus padres.
Celeste le dio un leve golpe a Rachel en la costilla.
-Gracias… supongo.- Dijo Olivia en voz baja.
La cafetería quedo fenomenal así que comenzaron a decorar los pasillos, todo estaba muy tranquilo hasta que sonó la campana para la hora del almuerzo y todo el alumnado salió como vacas en una embestida, Celeste bajo rápido de la larga escalera antes de que pudiera caerse.
-Quedo genial, ¿No crees?- Opino Rachel orgullosa.
-Quedo estupendo, ahora me muero de hambre.- Dijo Celeste haciendo una mueca.
Todas rieron.
-Adelántense, tengo que ir a buscar algo en mi casillero.
Las dos chicas asintieron y desaparecieron entre la multitud del pasillo.
Olivia se encamino hacia su casillero y cuando llego, tomo rápidamente sus libros de Ciencias y lo cerro, encontrándose con el rostro de Miles, resoplo fastidiada.
-Tú otra vez… sabes que si te ven aquí pueden echarte.- Comento la chica esquivándolo.
-Es que estaba aburrido en casa, veo que ya comienza la navidad por acá.- Dijo Miles mirando a su alrededor, comenzando a caminar al compas de Olivia.
-Acaso no deberías estar matando personas o algo así.
-Quieres que lo haga.- Se detuvo Miles enarcando una ceja.
-No, no dije eso.- Miles soltó una carcajada.
-Sí, sabía que dirías eso.- Dijo él guiñándole el ojo.
-Algún día dejaras de acosarme o tendré que acostumbrarme.
-Veo que ya no me tienes miedo.
-Si te tengo miedo, es que el odio lo supera en varias ocasiones.- Lo atajo Olivia deteniéndose frente a la puerta de la cafetería.
-Auch…
-…Y deberías irte antes de que alguien se dé cuenta que no perteneces a esta escuela.
-Ahora mira hacia arriba.- Le pidió sonriéndole maliciosamente.
La chica obedeció confundida y quedo perpleja al ver un muérdago arriba de los dos, luego enarco una ceja.
-Tienes que estar bromeando.- Dijo ella abriendo la puerta de la cafetería para entrar, pero él la tomo del brazo.
-Es la tradición.- Murmuro él ya muy cerca de sus labios, por un momento las pupilas de Miles comenzaban a transmitirle algo extraño, entonces Olivia comprendió que trataba de usar su poder en ella, pero el collar con verbena no lo dejaba hacerlo.
Él se fue inclinando hacia ella, confiado en que su poder había funcionado, cuando estaba a solo un paso de besarla, ella le respondió con su más fuerte bofetada.
-No sé qué estás jugando Miles Alexandre, pero te diré una cosa…- Se puso de puntillas.- Yo no soy Melinda.
Dejándolo con la palabra en la boca, entro a la cafetería sin más.
-Auch…- Murmuro sobándose un poco la mejilla.
Luego del almuerzo, las tres chicas salieron hacia el pasillo para encaminarse hacia la clase de Ciencias, cuando Jeremy se les cruzo por el camino, las tres pusieron los ojos en blanco.
-Chicas, esta noche hare una fiesta en casa, no pueden faltar.- Anuncio el chico sonriendo.
-¿En la mansión Cooper?- Pregunto Rachel algo confundida.
-Tranquila, papá y mamá saldrán y ya les pedí su permiso.
Asintieron lentamente y antes de que Olivia pudiera negarse, Celeste dio un paso al frente.
-“Todas”, estaremos ahí.- Aseguro sonriendo, Olivia frunció el ceño.
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