jueves, 13 de enero de 2011

Capitulo 13

Olivia al llegar a casa, subió las escaleras y se encerró en su habitación.
Aventó el jersey verde sobre la cama, con fiereza, seguía enojada, no sabía porque le había dado el beneficio de la duda, había dejado que por un segundo la controlara su intensa mirada.
Se acerco al espejo y miro a través de él, había una chica, de piel bronceada, de cabello castaño oscuro y ojos color chocolate brillante, tenía un vestido rasgado y la piel sucia y sudorosa, su cabello enmarañado y lleno de maleza, que aún así, era hermosa. Comenzó a quitarse los pasadores del cabello, bruscamente, evitando llorar… no sabía porque lloraba, en realidad después de todo lo ocurrido, la conversación entre Kyle y ella, había quedado a medias, pero logro hablarle, logro hablarle al chico que la había rechazado repetidas veces.
Estúpido Kyle Alexandre. Arrogante, engreído, misterioso, maldito Kyle Alexandre. Maldita su intensa mirada, que la hace marear, estúpidos labios que tanto deseaba besar. Se le había hecho tan difícil conquistarlo, que parecía no tener remedio, pero esto había pasado de uno de sus caprichos, a un irracional enamoramiento.
***
Olivia estaba dispuesta a terminar la conversación del día anterior aunque le doliera todo el cuerpo, no se daría por vencida, hasta saber el resto.
Estaba parada frente a la casa de los Alexandre, ahora estaba algo nerviosa, su corazón comenzaba a latir fuerte, se quedo por un momento contemplando aquella casa.
Era una enorme casa de color bronce, fabricada con arcilla del lugar, era muy increíble, tenía toques hechos de madera de roble oscuro, no estaban tan pulidos como se los imaginaba, tenía muchas ventanas, pero la mayoría estaban oscuras.
Subió las pequeñas escaleras del porche y toco una de las puertas dobles, nadie salió… toco de nuevo, esta vez dos veces continuas, un hombre de cabello tan negro como el carbón, abrió la puerta de tirón, en cuanto se percato de que era una chica, quedo perplejo.
-Usted debe ser el tío de Kyle.- Dijo Olivia amablemente, él sonrió afirmando.
-Sí, dime Michael.- Se presento extendiendo su mano hacia ella, ella la tomo cortésmente.
-Olivia Whertinger, se encuentra su sobrino.- Pregunto mirando por el hombro del señor.
-Sí, él está en su habitación, ven, pasa.- Le ofreció haciéndose un lado, ella no lo pensó mucho y se adentro en el interesante lugar.
Se encontró con un vestíbulo, donde todo era hecho de madera tan pulida que podía ver su reflejo a través de ella, habían muchos decorados y la mayoría eran antigüedades, la curiosidad le picaba.
-Puedes buscarlo en su habitación, al final del pasillo, la última puerta a la derecha.- Dijo el Sr. Alexandre amablemente, pasándose la mano por su cabello, distinguió un anillo con un lapislázuli, igual que el de Kyle.
-Está seguro, es que no quiero molestarlo.
-No lo harás, de verdad, estás como en tú casa.
Ella miro hacia las escaleras y decidió subir.
-Está bien.- Dijo Olivia decidida.
Olivia comenzó a subir las escaleras dudosa, estás chirriaban como las de su casa, pero esta vez no se apresuro en subir, era el miedo, quizás del rechazo, ella le tenía el miedo a Kyle, pero lo quería, lo suficiente para que eso desapareciera en cuanto lo viera.
Camino por un estrecho pasillo hasta donde el tío de Kyle le había indicado, se detuvo en la última puerta a la izquierda y su corazón latió estrepitosamente, se mordió el labio, sopesando la idea de bajar de nuevo e irse, pero se armo de valor y giro el picaporte de plata, ahí se quedo por un momento, hasta que por puro impulso, empujo la puerta para que esta se abriera.
Entro a la habitación por fin, primero miro al techo inclinado y luego al frente, era más grande de lo que se imaginaba, tenía un gran ventanal donde Kyle permanecía mirando hacia fuera, ignorando su presencia, dándole la espalda por completo.
-Hola.- Llamo su atención, él se volvió hacia ella lentamente, penetrándola con sus ojos inmediatamente, en ese momento Olivia sintió como se volviera diminuta ante él, tan pequeña y vulnerable, sin nada que hacer o decir.
-Que haces aquí.- Pregunto fríamente, Este chico es bipolar o que pensó Olivia volviendo en sí.
-Vine a traerte esto.- Mintió arrojando hacia la pequeña cama, el jersey de lana verde.
-Ah… gracias.
-¿Cuál es tú problema?- Se atrevió a preguntar Olivia, orgullosa e aliviada de escuchar esas palabras salir de su boca, al fin.
-A que te refieres.- Pregunto Kyle intentando sonar sereno.
-Sabes a lo que me refiero Kyle Alexandre. Ayer no terminaste de hablarme.- Le recordó ella dando un paso adelante, dispuesta a escuchar.

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