-¿Puedo ir al baño?- Pregunto Olivia depositando la antigua revista sobre la mesa llena
de polvo, al igual que todo en la casa.
-Arriba, la primera puerta a la derecha.- Dijo Mike sin prestarle la mínima atención.
Ella asintió y comenzó a subir con tranquilidad por las escaleras, cuando estuvo fuera
de la vista del chico, entro corriendo al baño.
Se saco su teléfono de una de sus converse, donde lo había guardado todo este tiempo,
marco los números con desesperación y se lo llevo al oído mientras esperaba
impaciente, mirándose en el espejo con expresión neutra.
-Olivia…
-Kyle, en donde estás.
-Dime exactamente dónde estás tú…
-En una casa escondida a las afueras de Virginia, Kyle… Melinda está….- La puerta se abrió de tirón dejando ver a Mike furioso, le quito el teléfono de las
manos y lo lanzo contra la pared, rompiéndolo en pedazos.
-Con que te gusta jugar, pues juguemos.- Dijo él enseñándole los colmillos.
-¿Olivia?, Olivia… ¡Mierda!- Colgó el teléfono Kyle de tirón.
-En donde está.- Pregunto Miles mientras conducía.
-Dijo que en una casa escondida a las afueras de Virginia, quiso decirme otra cosa,
pero parece que colgó antes.
-Bueno hermanito, debe ser que tenía cosas más importantes que hacer como
esconderse de un vampiro.- Dijo irónicamente.- ¿Quieres?- Le pregunto extendiéndole
una bolsa de sangre. Luego vacilo.
- Sabes que tienes que alimentarte bien por si nos
toca pelear.
-Lo sé, pero no sé como reaccionare si tomo de nuevo sangre humana.
-Tienes razón, yo no cargare luego contigo siendo un psicópata total.
Kyle bufo y se limito a mirar por la ventana, sopesando la idea de tomar de nuevo
sangre humana.
Olivia sintió una punzada de dolor que provenía de su cuello, abrió los ojos de golpe y
se encontró de nuevo sobre el sofá, se llevo por reflejo la mano hacia el cuello,
encontrándose con dos perforaciones ensangrentadas en él. Se quejo mientras las
apretaba con sus dos dedos.
-Tú sangre sabe a fresas, alguien te lo ah dicho.- Entro Mike cruzándose de brazos, la
chica salto del sofá para alejarse de él.- Te dije que no me provocaras y que hiciste…
llamaste a quien sabe quién.
-Aléjate de mí.- Dijo Olivia frunciendo el ceño.
Mike soltó una risota.
-Sabes, creo que quiero otra probadita, es imposible parar cuando ya has comenzado.-
Los ojos del chico cambiaron, las venas debajo le sobresalían y le enseño los filosos y
llenos de sed colmillos.
Olivia corrió alrededor de él, lanzándole todo lo que encontraba en mano para poder
escapar, cuando estuvo frente a la puerta, ya Mike le obstruía el paso.
La chica gritó mientras Mike se abalanzaba hacia ella, cerró los ojos esperando el
dolor, pero antes de que el chico pudiera morderla, alguien atravesó el ventanal de
cristal, abalanzándose sobre Mike.
Era Kyle.
Seguido por Miles, quien entro con expresión algo confusa.
-Parece que esta casa no tiene dueño.- Expresó el chico mirando a su alrededor.
Un cuerpo salió volando hasta la otra habitación, haciendo un ruido seco al caer. Miles
gruño y salió disparado hacia el lado opuesto a atacar a Mike, así que el otro cuerpo…
era Kyle.
Olivia corrió hacia donde Kyle se encontraba tumbado en el suelo, sin poder
levantarse.
-Kyle, estás bien.- Pregunto preocupada mientras lo ayudaba a levantarse.
El chico se tambaleo un poco y luego se puso firme.
-Estoy bien, quédate aquí, no te muevas.- De un segundo a otro, Olivia perdió a Kyle
de vista.
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