martes, 18 de enero de 2011

Capitulo 15

Él se separo de ella lentamente, como si le doliese separarse de ella, entonces… se limitaron a mirarse mutuamente por un momento. Kyle tomo un mechón de cabello
castaño que le caía a Olivia sobre la mejilla y sin siquiera rozarla, lo puso tras su oreja, ella estaba muy quieta y algo mareada, analizando lo que acababa de pasar, Ya se me está haciendo costumbre Pensó ella embobada.
Bajaron las escaleras silenciosamente, todavía tomados de la mano, ella estaba asombrada de que ya estaba oscureciendo y debía volver cuanto antes, resoplo. Era raro en varios sentidos el saber que su tío Michael había salido, pero todavía había dos autos aparcados frente a la casa y uno de esos sabía que era de Kyle, un BMW descapotable platinado.
-No tenía idea que nos habíamos tardado tanto ahí arriba.- Confesó Olivia un tanto apenada, Kyle rió suavemente.- Ahora si debo irme.
-Puedo llevarte.- Se ofreció el chico sin ningunas ganas de soltarle la mano, ella se ruborizo.
-Claro, es muy tarde y…- No quiso decir lo que pensaba y recordaba.- Y pues, no tengo ganas de caminar.
-Está bien, entonces vamos.
Kyle le abrió caballerosamente la puerta principal de la casa Alexandre y salieron hacia su elegante auto. Él no aparto su mano de la de ella, mientras conducía por las calles solitarias de Mackenzie Hallows.
Él aparco su auto frente a la casa de Olivia y apago el motor, hubo un prolongado silencio, se limitaron a mirarse por un momento.
-Tengo…- Ella no podía ni hablar, los intensos ojos de Kyle, la desconcentraban por completo.
-Deberías entrar.- Sugirió Kyle divertido, diciendo lo que Olivia no se atrevía a decir.
Ella se limito a asentir. Kyle dejo escapar al fin la mano de la chica, a duras penas, pero lo hizo…Se acerco a ella lentamente, le dio un dulce beso en la frente y luego bajo a su mejilla, acariciándola con sus fríos labios, ella cerró los ojos y sonrió.
-Buenas noches.- Musito ella cabizbaja, con sus mejillas al rojo vivo.
Abrió la puerta del auto y salió como pudo, volvió a despedirse de él con la mano mientras caminaba hacia la entrada de la casa.
***
Cuando Olivia entro a la casa, Kyle se quedo un momento más sin prender el motor del auto, estaba algo conmovido y asombrado de lo que había hecho, sentía una satisfacción y un gran alivio, al fin había dejado de tener secretos, bueno… casi.
Ella no era igual que Melinda, sin duda no tenía idea por que las había confundido, obviamente Olivia era una chica fuerte, decidida, no mostraba debilidad con facilidad, todo lo contrario a Melinda, tan vulnerable e ingenua.
Él mismo estaba asombrado de cuanto había tardado en llegar a esa conclusión.
Juro que nunca le diré mi secreto y que nunca la tocare siquiera Pensó Kyle para sí mismo.
***
El sol se asomo por la ventana de la habitación de Olivia, haciéndola parpadear muchas veces y sonrió automáticamente al recordar el día anterior, Kyle Alexandre era más que suyo, ella estaba enamorada de él, como él de ella.
Ella se sentó en la cama, los dolores en su cuerpo, se habían curado mágicamente, ella pensó que era por los sentimientos, estaba más que feliz, se le notaba a simple vista.
Luego de hacer lo habitual, bajo las escaleras todavía sonriendo, sin dolerle las mejillas de tanto que había sonreído en horas tan prematuras del día.
Entro a la cocina directo hacia su hermano Johnny, que se veía adormilado.
-Buenos días pequeño hermano.- Lo saludo con muchos besos en la mejilla, todos se le quedaron mirando raro.
-Ahora que te pico gran hermana.- Se burlo Johnny divertido.
-No me arruines el día campeón.- Le advirtió ella lanzándole una envenenada mirada, sin dejar de sonreír.
-Buenos días tía Martha.- La abrazo fuerte.- Buenos días tío Spencer.
Él se sorprendió de que Olivia le hubiera dicho tío, estaba feliz en verdad.
-Porque estás de uniforme, hoy es domingo.- Le pregunto ella risueña, mientras se servía su desayuno.- ¿Los policías también trabajan en fines de semanas?
-Es que hubo un ataque ayer por la noche y el Sheriff Gibson, nos necesita en la estación.
Olivia frunció el ceño, de cuando acá hay ataques en Mackenzie Hallows.
-¿Un ataque?, pero a quién.- Pregunto Olivia con una pizca de curiosidad en su voz.
-Unos tales, Jeremy Cooper y Denisse O’ Connor, al parecer había una pequeña fiesta en casa de la Srta. O’ Connor, todos se fueron y ellos se quedaron solos haciendo Dios sabe que, luego algo apareció y los ataco, no lo sé muy bien en realidad, creemos que solo fue una reacción al alcohol, pero hay que investigar un poco más…- Retomo Spencer terminando su vaso de agua.
-Por dios…- Musito ella exasperada.
-Yo iré a casa de los O’ Connor, a llevarle algo de comer a Meredith, me llamo anoche y dijo que Denisse no pudo dormir toda la noche, siempre despertaba gritando sobre unos ojos, oscuridad y yo no sé qué… la pobre está preocupada por su hija.
Olivia se estremeció, recordó la silueta de aquel hombre a lo lejos del bosque, entre la neblina, no fue un juego de su imaginación, podría ser un asesino en serie suelto en Mackenzie Hallows y ella estuvo así de cerca de ser una de sus víctimas.
-Tía Martha.- La llamo Olivia con la mirada ausente.
-¿Dime linda?- Respondió volviéndose hacia ella.
-Puedo ir contigo, es que Denisse es mi amiga.
-Claro, solo déjame cambiarme y nos vamos.
En realidad tenía muchas preguntas que hacerle, su corazón estaba por salirse de su pecho y cada vez se le hacía más interesante conocer más sobre este extraño pueblo, que según ella conocía, pero no tenía idea de lo que este escondía.

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