Capitulo 19

Las chicas comenzaron a decorar parte del gimnasio, mientras charlaban como cotorras, trabajan en equipo de nuevo y era duro admitir, que lo disfrutaban. Olivia miraba por los ventanales del lugar, estaba oscureciendo y apenas tenían la mitad del trabajo hecho.
-Creo que deberíamos apresurarnos, está comenzando a oscurecer.- Les aviso Olivia mientras ponía telaraña por la hilera de ventanales del gimnasio, estaba subida en una larga escalera que el conserje Montgo, les había prestado.
Celeste trataba de acomodar los vudús en el aro de basquetbol de la izquierda, pero este siempre resbalaba y Rachel, trataba de ayudarla.
Olivia seguía viendo por los ventanales, estos dejaban ver la parte trasera de la escuela, el bosque por supuesto, ella era un poco masoquista en cuanto a eso, sabía que podría ver cualquier cosa pasar por ahí y ella estaba precisamente adornando para una fiesta de Halloween, que ironía, se dijo riendo por dentro. Repentinamente, paso una sombra ante los ojos de Olivia, no era un animal, era la sombra de un hombre, ese hombre, Estoy alucinando, estoy alucinando pensó Olivia cerrando los ojos por un momento.
-Olivia, te ocurre algo.- Pregunto Celeste preocupado, al ver que su piel estaba tan blanca como un papel y se le veía tensa.
-Nada, es solo que creí haber visto algo.- Contesto ella bajándose de la escalera.
-Saben chicas, creo que deberíamos descansar un poco.- Sugirió Rachel, que técnicamente, no había hecho casi nada.
-Está bien.- Rió Celeste mientras se sentaba pesadamente en la segunda hilera de las gradas.
-Iré al bebedero por un poco de agua.- Anuncio Rachel caminando hacia la puerta plegable del gimnasio.
-Claro.- Dijeron las dos al unísono.
-Ves, no es tan malo, ¿cierto?- Comentó Celeste cuando ya Rachel había salido.
-Lo sé, pero eso no quiere decir que sea una tregua.- Dijo Olivia, con una pizca de humor en su voz.
Celeste rió.
-Como Kyle puede soportarte tanto.- Bromeo Celeste divertida.
-¡Auch!- Exclamo Olivia fingiendo estar herida, la chica soltó una carcajada.
De repente, se escucho un grito desgarrador, proveniente de afuera del gimnasio, las chicas alarmadas se levantaron de tirón, aterrorizadas y comenzando a sudar frío.
Olivia estaba más que asustada, ninguna de las dos se atrevía a moverse, a salir para ver lo que había ocurrido, estaban muy quietas cuando escucharon otro grito, pero este parecía ahogado, tan apagado que apenas lo lograron escuchar.
-Celeste.- Musito la chica zarandeándola, esta parecía estar en otro mundo.- ¡Celeste!
-Creo que deberíamos quedarnos aquí.- Sugirió Celeste volviendo en sí. Olivia la miro exasperada.
-Estás loca, creo que fue Rachel, que si le pasó algo.
-Entonces ve tú, yo no pienso moverme de aquí.- Le aseguro la chica asustada.
Olivia trago saliva pesadamente.
-Sí no vuelvo en 3 minutos, llama a la policía o a Spencer.- Le ordeno está levantándose de la gradería.
-Por favor no vayas.- Pidió Celeste con la vista ausente.
-No me pasara nada.- Dijo Olivia no muy segura de eso.
Salió hacia el pasillo de la escuela, mirando a los lados con detenimiento, no sabía exactamente porque se había atrevido a salir del gimnasio, quizás simplemente por curiosidad o quería ayudar a Rachel, aunque la segunda opción no fuera tan comprometedora.
No habían rastros de Rachel por el pasillo, lo que le pareció muy raro a Olivia, nadie más estaba en la escuela como para gritar de esa manera. Siguió caminando a paso lento, asomando su cabeza por los salones que estaban aterrorizantemente vacios.
Olivia sentía que alguien la observaba, pero estaba lo suficientemente asustada para hacerse la valiente en ese momento, solo quería encontrar a Rachel y volver con Celeste al gimnasio lo antes posible.
Comenzó a visualizar gotitas de sangre por el pasillo, que le hacían cada vez más diminutas a medida que estas avanzaban y cesaban las llegar al baño de chicas, la puerta de hierro pintado de azul tenía huella de una mano hecha de sangre Rachel pensó Olivia abriendo la puerta de tirón.