miércoles, 26 de enero de 2011
Capitulo 21
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Olivia sintió algo frío rozar sus labios, no se había dado cuenta que se había quedado dormida, lo que sintió no fue precisamente algo, podía reconocer los labios de Kyle en donde fuera, tan fríos y suaves que la hacían estremecer. Ella parpadeo continuas veces, encontrándose con esos ojos azules intenso, que ahora estaban llenos de preocupación, pero una parte de ellos yacía serena y aliviada. La chica se incorporo en su asiento, dejando escapar un bostezo.
-Cuando llegaste.- Pregunto Olivia en voz baja, para no despertar a Celeste que estaba profundamente dormida.
-Acabo de hacerlo.- Contesto el chico dedicándole una media sonrisa.- Recibí tú mensaje y vine en cuanto pude.
-Esto cada vez se pone peor Kyle, estoy muy angustiada.- Confesó ella dejando escapar un resoplido.
-Tranquila, todo estará bien.- La consoló Kyle pasando su mano por la mejilla de Olivia, ella se estremeció en silencio.
-Kyle, que pasaría si hubiera sido yo la que hubiese salido al bebedero.- Le pregunto mirándolo a los ojos, el chico hizo una mueca de dolor y se tenso de repente.- Tengo tantas ganas de abrazarte.- Dijo Olivia mordiéndose el labio, avergonzada por lo que acababa de decir, pero tenía la cabeza de Celeste sobre su regazo y no podía moverse, al menos que estuviera despierta.
-Te llevo a casa.- Se ofreció sentándose junto a la chica. Él se vio repelido por algo, sangre, ella olía a sangre y su instinto comenzó a hacer efecto en él, se volvió a levantar, dándole la espalda, mientras que sus colmillos volvían a su lugar, al igual que sus ojos.
Olivia se sintió desorientada por completo, Me perdí de algo pensó está confundida.
-No te preocupes, la tía Martha ya debe estar por llegar.- Dijo Olivia sacudiendo la cabeza.
-Entonces aguardare contigo hasta que lleguen.- Dijo volviéndose hacia ella de nuevo, con aspecto de serenidad controlada.
-Gracias.- Mascullo ella bajando la cabeza, tratando de comprender lo que había pasado.- Necesito un baño enserio.- Confesó Olivia algo impaciente.
-Espera aquí, traeré una almohada.
De un segundo a otro, había perdido de vista a Kyle, se sintió algo herida por lo que había hecho el chico hacía unos segundos atrás, pareciera como si la estuviera evitando por algo, acaso olía mal, se dijo frunciendo el ceño.
Kyle volvió más rápido de lo que pensaba, con una almohada en su mano derecha y una camiseta blanca en su izquierda.
-Puedes ir a cambiarte si quieres, el rojo te sienta bien, pero cuando no está chispeado en tú linda blusa.- Bromeo Kyle riendo sin ganas.
-Está bien.- Dijo Olivia tomando la camiseta entre sus manos.
Kyle la ayudo a levantarse, poniendo inmediatamente una almohada en la cabeza de Celeste, esta solo se quejo un segundo para luego seguir durmiendo.
Olivia entro al baño de chicas, se miro al espejo por un momento, tenía bolsas debajo de sus ojos, se le notaba cansada, estaba cansada, se recogió el cabello con una goma para poder lavarse la cara y eso le sirvió para despertarse un poco. Se termino de arreglar y arrojo la blusa ensangrentada a la basura, le duraría bastante quitar esa gran mancha así que no se quería molestar en intentarlo.
Salió de nuevo hacia el blanco pasillo del hospital y se percato de que Kyle estaba sentado esperando pacientemente, cabizbajo como si estuviera cansado, Olivia se sentía culpable por hacer que se quedara sin necesidad, ella podía haber esperado junto con Celeste.
-Te hubieses ido a casa, se te nota cansado.- Le dijo Olivia mientras se sentaba junto a él.
Kyle se volvió a verla, mirándola a los ojos con ternura y protección.
-Solo tengo un poco de hambre.- Confesó este tan bajo, que apenas ella pudo escucharlo.
-Está bien, pero no te tendré aquí de rehén.- Rió Olivia un poco nerviosa ya que sus rostros estaban tan cerca que le costaba pronunciar las palabras con claridad.
-No lo haces, estoy aquí porque quiero y no me pienso ir hasta que vengan por ti.
Unieron sus frentes por un minuto, mirándose mutuamente, Kyle se embriagaba con el dulce olor a fresas de Olivia mientras que ella, sentía que en cualquier momento su corazón explotaría.
Solo basto un movimiento, para que sus labios estuvieran unidos, moviéndose con ternura y deseo, Kyle no podía dejar escapar el rostro de Olivia. Ella estaba ahora más que concentrada en él, su amor la empapaba por completo y por un minuto se había olvidado de sus problemas.
-Kyle…- Musito está en una pequeña pausa.- Estamos en un hospital.- Rió suavemente.
Kyle sonrió.
-No me importa…- Susurro él para luego volver a unir sus labios con los de ella.
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